Reseña (Agosto 2010)


El juramento de los Centenera
Lydia Carreras de Sosa
Buenos Aires
Editorial Edelvives, 2009
Colección: Alandar

A principios de siglo XX cinco de los hermanos Centenera deciden emigrar a Argentina, tierra de oportunidades. Huérfanos jóvenes y sin trabajo emprenden el viaje en barco, llenos de ilusiones. Pero cuando están a punto de llegar la hermana pequeña desaparece. Incapaces de enfrentar esta tragedia y perdidas todas las esperanzas de hallarla, juran no volver a mencionar el hecho y seguir adelante con sus vidas. Con el tiempo, Josep, uno de los hermanos, rompe la promesa y cuenta todo a una amiga, quien va a ayudarlos a desvelar la verdad. (Texto extraído de la contraportada del libro)


Una escritura despojada

Por Graciela Perriconi

Después de haber leído los libros de Lydia Carreras de Sosa y sobre todo El Juramento de los Centenera, obra que recibiera el premio Alandar de Narrativa infantil de la editorial Edelvives, en España en el año 2007, quedé admirada por su buena escritura con una notable característica: la de una narradora que cuenta acompañada por dos fortaleza: una buena historia, ficción pura y con excelente resolución y el despojamiento de una lengua que se escribe con la contundencia de su propio valor. No hay un solo adjetivo de más, no hay regodeo estilístico, por el contrario, si algo fuera criticable en ella, sería esta simpleza o sencillez para decir sin agregar datos, sin buscar la belleza poética ni la hondura filosófica. Con Lydia Sosa la fuerza de su historia es la matriz del éxito y por cierto convencer al otro de adoptarla como propia.
El juramento de los Centenera es una novela de intriga y suspenso que se funda en el pacto de los hermanos, hombres castigados por la vida y cada uno marcado por un camino personal de sufrimientos y pérdidas. La desaparición de la hermana pequeña desata la trama que amanece con dureza desde el inicio. Cuando Josep, uno de los hermanos, rompe la promesa movido y apoyado por la cercanía de una amiga, esta historia toma un ritmo y un desenlace que no da tregua hasta las páginas finales.
Motivó el presente escrito el hallazgo de una nueva escritora en el mundo editorial argentino que muestra solidez a la hora de planificar sus obras: así lo hizo con Las cosas perdidas, que también obtuvo el premio Alandar 2006 de narrativa editado por Edelvives.
Su obra es creíble y minimalista. De cortos argumentos, sin dilaciones innecesarias y con temas difíciles de la vida, la pobreza y la búsqueda de salidas, el robo, la discapacidad en Gioconda, mi pesadilla (2010), editado por Sigmar.
Quizás su profesión de docente de la lengua inglesa le haya dado una voz concreta y despojada.
Para describir una situación de dolor se refiere así:
“Francisco se sentó en la cama, bajó la cabeza hasta esconderla entre las rodillas y así permaneció hasta que por la ventana no entró más luz de la calle y nos quedamos a oscuras” (Pág.,45, El juramento de los Centenera) esta exigua cita ilustra una manera de contar con las construcciones sustantivas en especial. Si a eso se le agrega su decisión de no hacer concesiones con el lector, esto es no remitirse a un público infantil sino simplemente revelar cómo se resuelve un conflicto que motiva una historia, más confiable es su propuesta escritora.
Un estilo que promete sostenerse en distintas publicaciones. A su autora le damos la bienvenida a la literatura infantil en la que –creo- se está instalando con originalidad.

1 comentario:

Anónimo dijo...

ME ENCANTO ESTA NOVELA ...MUY INTERESANTE..PUEDO COMPRENDER LA SITUACION DE CADA UNO DE LOS CENTENERA--> MUY BELLO Y EN EL LIBRO DICE Q ESTA BASADO EN HECHOS REALES...PUES QUIERO CONTARLES Q YO TAMBN HE ESCRITO Y CONTINUO ESCRIBIENDO NOVELAS BASADAS EN HECHOS REALES-- =D
BENDICIONESS-!!